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Concienciación sobre el Autismo

Se calcula que uno de cada cien niños tiene autismo



Hace 17 años que la Asamblea General de las Naciones Unidas designó el 2 de abril como el Día Mundial de la Concienciación sobre el Autismo con la resolución A/RES/62/139.

 

Según la Organización Mundial de la Salud, los trastornos del espectro autista (TEA) se caracterizan por un grado de dificultad en la interacción social y la comunicación; las capacidades y las necesidades varían y pueden evolucionar; se calcula que uno de cada 100 niños tiene autismo.

 

Ahora bien, los derechos humanos son inherentes a todos los seres humanos, sin distinción alguna, como sociedad debemos colaborar a que las personas con autismo gocen del derecho a la libre determinación, a la educación, a la igualdad de condiciones, a ser respetadas y valoradas, pero ¿cómo le hacemos? Podemos revisar si nuestra legislación reconoce los derechos fundamentales y que el Estado social y de justicia los garanticen.

 

En el caso de México, la Ley General para la Atención y Protección a Personas con la Condición del Espectro Autista fue publicada en abril del 2015, aborda temas de asistencia social, barreras socioculturales, derechos humanos, discapacidad, discriminación, inclusión, integración, etc.

Establece que el Estado Mexicano debe dar el apoyo y protección legal; establecer programas de alimentación nutritiva, de calidad y de acuerdo a sus necesidades metabólicas propias, contar con un marco de educación especial; se garantice que el crecimiento y desarrollo en un medio ambiente sano y en armonía con la naturaleza, prever de formación y capacitación para un empleo adecuado (sin discriminación), en resumen, garantizar la integridad, la dignidad, el bienestar y su plena integración a la sociedad conforme a disposiciones legales.

 

Recordemos que la sociedad la conformamos cada uno de nosotros, que tú, él, ella y yo tenemos una responsabilidad individual del cuidado de la comunidad de vida, en la cual todos debemos contribuir en la construcción de una sociedad más justa, sostenible, incluyente y democrática, involucremos en mejorar nuestra calidad de vida. Necesitamos ser empáticos a las necesidades de cada uno de los sectores que conforman nuestro entorno, encontrar el equilibrio para una vida digna.

 

 

Sé que son muchos los temas que requieren atención inmediata y muchas las carencias de las autoridades.

 

Seamos una sociedad organizada, comencemos por redactar un plan estratégico que trace un desarrollo equitativo, sostenible e inclusivo abordando el eje económico, social, cultural, ambiental y espiritual de nuestra ciudad, de nuestro Estado, con una visión a por lo menos 50 años, donde todos los temas sean tocados como salud, educación, edificación, vías de comunicación, valores universales, seguridad alimentaria, seguridad pública, servicios públicos, bienestar animal, conexión con la naturaleza, derechos humanos, etc. Sugiero que sea un movimiento social y dejemos a un lado a los “políticos” ya que ellos deben cumplir con sus propias responsabilidades y promesas de campaña.

 

Sumemos a los Objetivos del Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas, vinculémonos con el Objetivo 3 “Salud y bienestar”, el Objetivo 4 “Educación de calidad”, el Objetivo 10 “Reducción de las desigualdades”, el Objetivo 11 “Ciudades y comunidades sostenibles” y el Objetivo 17 “Alianzas para lograr los objetivos”; e inspirémonos en los principios de Carta de la Tierra. Seamos actores más que observadores.

 

 

Veamos por los derechos de nuestras generaciones presentes y futuras, por nuestras personas neurodivergentes y por nuestra propia humanidad.


Abril 2024

 
 
 

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