En tiempo de desolación con el cuidado de la creación. ¿Qué hacemos ahora? ¿Nos volcamos en la prioridad que ha sugerido Francisco?
- Navarra
- 19 may
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Actualizado: 28 may
Autor: JAVIER MENCOS
Abogado especializado en cooperación internacional.
Miembro de la Línea de Misión de Ecología de CVX-España. Secretario de Laudato Si´ Navarra.
España
Partimos de la interpretación de la gran mayoría de científicos que estudian el clima: A pesar del creciente compromiso de millones de personas con el cuidado del planeta, no estamos yendo a la velocidad necesaria para evitar las consecuencias dramáticas del calentamiento provocado por el abuso de los combustibles fósiles.
Francisco lo ha destacado “advierto que no tenemos reacciones suficientes mientras el mundo que nos acoge se va desmoronando y quizás acercándose a un punto de quiebre. Más allá de esta posibilidad, es indudable que el impacto del cambio climático perjudicará de modo creciente las vidas y las familias de muchas personas.[1] Lo ha dicho en la exhortación Laudate Deum, que escribió en octubre de 2023, para contribuir entre otras cosas a un acuerdo en la cumbre de Dubái (diciembre de 2023), al igual que la Encíclica Laudato Sí´ en 2015 consiguiera influir en que hubiera un acuerdo en la cumbre de Paris celebrada meses después de su publicación. En la exhortación deja claro dónde pone el foco “invito a cada uno a acompañar este camino de reconciliación con el mundo que nos alberga, y a embellecerlo con el propio aporte, porque ese empeño propio tiene que ver con la dignidad personal y con los grandes valores. Sin embargo, no puedo negar que es necesario ser sinceros y reconocer que las soluciones más efectivas no vendrán sólo de esfuerzos individuales sino ante todo de las grandes decisiones en la política nacional e internacional.”[2]
Estas grandes decisiones las centra en su propuesta de recrear el multilateralismo, de la que podemos extraer algunas características:
-Destaca la necesidad de que haya una autoridad mundial regulada por el derecho. Advierte que “No es conveniente confundir el multilateralismo con una autoridad mundial concentrada en una persona o en una élite con excesivo poder.” sino “sobre todo, “como organizaciones mundiales más eficaces, dotadas de autoridad.”[3]
-Invita a “reconocer que tantas agrupaciones y organizaciones de la sociedad civil ayudan a paliar las debilidades de la Comunidad internacional, su falta de coordinación en situaciones complejas.”[4]
-Espera que surja también en la crisis climática, una presión “desde abajo” “desde los luchadores de los más diversos países que se ayudan y se acompañan”…. favorecidos por los medios de la globalización.[5]
-Explica que no trata de sustituir la política y que la vieja diplomacia “si sabe reconfigurarse, debe ser parte de la solución.”[6]
-Concluye afirmando que “todo esto supone generar un nuevo procedimiento de toma de decisiones y de legitimación de esas decisiones, porque el establecido varias décadas atrás no es suficiente ni parece eficaz. En este marco necesariamente se requieren espacios de conversación, de consulta, de arbitraje, de resolución de conflictos y de supervisión, y en definitiva una suerte de mayor “democratización” en el ámbito global […} Ya no nos servirá sostener instituciones para preservar los derechos de los más fuertes sin cuidar los de todos.”[7]

En fin, una propuesta de muy alta esfera política, que parece que va dirigida solo a los gobernantes. Sin embargo, Francisco nos ha emplazado a la sociedad civil a asumir nuestro rol “Por eso se requiere un acompañamiento de todos. Suelen llamar la atención en las Conferencias sobre el clima las acciones de grupos que son criticados como “radicalizados”. Pero en realidad ellos cubren un vacío de la sociedad entera, que debería ejercer una sana “presión”, porque a cada familia le corresponde pensar que está en juego el futuro de sus hijos.”[8]
La exhortación no pide dejar de lado los pequeños cambios cotidianos. “No hay cambios duraderos sin cambios culturales, sin una maduración en la forma de vida y en las convicciones de las sociedades, y no hay cambios culturales sin cambios en las personas. El esfuerzo de los hogares por contaminar menos, reducir los desperdicios, consumir con prudencia, va creando una nueva cultura. Este solo hecho de modificar los hábitos personales, familiares y comunitarios alimenta la preocupación frente a las responsabilidades incumplidas de los sectores políticos y la indignación ante el desinterés de los poderosos.”[9]
Ponemos delante esta llamada de Francisco a la par que el intento de Trump de desmantelar el multilateralismo y nos preguntamos si será el momento de apostar fuerte por interesarnos más por las reuniones de las cumbres anuales de los países que firmaron el tratado de Rio de 1992, conocidas como COPs. La próxima, se va a celebrar en Brasil del 10 al 21 de noviembre, y va a tener dos características que la hacen diferente de las pasadas:
-La organiza, como anfitrión, un gobierno mucho más preocupado por la destrucción del Medio Ambiente que los de los países en los que se ha celebrado los últimos tres años (Egipto, Emiratos Árabes Unidos y Azerbaiyán). El impulso del anfitrión, coordinador de la cumbre, es muy relevante en el desarrollo de cada encuentro.
-Va a ser la primera después de la vuelta de Trump al poder, quien, el primer día, retiró a EE.UU del acuerdo de París; está rescindiendo la financiación climática prometida al mundo en desarrollo y desmantelando el apoyo federal a la ciencia climática. Quizás se abre una oportunidad para que la Unión Europea fortalezca otras alianzas, al igual que parece que está ocurriendo ahora en la política de defensa y en los acuerdos comerciales.
La Iglesia Católica y el resto de principales cristianas, cada año dedican más medios para animarnos a participar en el seguimiento online. La Compañía de Jesús, igualmente, participa de forma creciente y este año el Secretariado de Justicia Social y Ecología reforzará su propuesta para invitarnos a sumarnos a acciones de reflexión e incidencia. En nuestro ámbito europeo, esta campaña la coordinará el Jesuit European Social Centre (JESC) con sede en Bruselas. La red europea de ecología de CVX estamos en contacto con el JESC para colaborar difundiendo la campaña.
¿Qué te parece?
En tiempo de desolación con el cuidado de la creación. ¿Qué hacemos ahora? ¿Nos volcamos en la prioridad que ha sugerido Francisco?
[1] FRANCISCO, Exhortación apostólica Laudate Deum (4 octubre 2023) n 2
[2] FRANCISCO, Exhortación apostólica Laudate Deum (4 octubre 2023) n 69
[3] FRANCISCO, Exhortación apostólica Laudate Deum (4 octubre 2023) n 35
[4] FRANCISCO, Exhortación apostólica Laudate Deum (4 octubre 2023) n 30
[5] FRANCISCO, Exhortación apostólica Laudate Deum (4 octubre 2023) n 38
[6] FRANCISCO, Exhortación apostólica Laudate Deum (4 octubre 2023) n 41
[7] FRANCISCO, Exhortación apostólica Laudate Deum (4 octubre 2023) n 43
[8] FRANCISCO, Exhortación apostólica Laudate Deum (4 octubre 2023) n 58
[9] FRANCISCO, Exhortación apostólica Laudate Deum (4 octubre 2023) n 70
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