Vitoria-Gasteiz: ¿Ciudad Verde? Una mirada crítica desde la experiencia ambiental y turística
- Sandra Mendoza Barrera
- 22 may
- 3 Min. de lectura
Actualizado: 28 may
Sandra Mendoza Barrera
mayo 2025
Como abogada ambiental y viajera, suelo buscar destinos que destaquen por su compromiso real con la sostenibilidad y el bienestar ciudadano. Vitoria-Gasteiz, reconocida internacionalmente como “Ciudad Verde” y ejemplo de urbanismo sostenible, era una parada obligada en mi itinerario por España. Sin embargo, mi experiencia estuvo lejos de las expectativas que genera su reputación.
Calles y espacios públicos: ¿Dónde está la limpieza?
Una de las primeras impresiones al recorrer el centro fue la falta de limpieza en las calles. La presencia de grafitis en muchas fachadas y la escasez de papeleras o su mantenimiento deficiente restan atractivo tanto para el visitante como para el propio ciudadano. En una ciudad que presume de sostenibilidad, el cuidado del espacio público debería ser una prioridad visible.
Señalización y turismo: una ciudad poco amigable
Esperaba una ciudad bien señalizada, accesible y pensada para el turismo responsable. Sin embargo, encontré una señalización insuficiente, que dificulta orientarse y aprovechar al máximo los puntos de interés. Las recomendaciones que recibí en la oficina de turismo se limitaron a sugerir caminar por fuera de los edificios emblemáticos y visitar el parque de Salburua. Este último, aunque agradable, no resulta tan especial como para justificar un viaje exclusivo desde otro destino.
Turismo pet friendly: avances y limitaciones
Viajando con mi perrita, me encontré con una ciudad que presume de ser pet friendly, pero que aún tiene mucho margen de mejora. Es cierto que la mayoría de bares, restaurantes y hoteles permiten la entrada de perros, y que el tranvía admite mascotas siempre que vayan atadas y controladas
Sin embargo, en los autobuses urbanos el acceso está restringido a perros pequeños en transportín, y en muchos espacios públicos y edificios de interés turístico la entrada de animales de compañia, está prohibida.
Las recomendaciones que recibí en la oficina de turismo se limitaron a sugerir caminar por fuera de los edificios emblemáticos y visitar el parque de Salburua. Este último, aunque agradable, no resulta tan especial como para justificar un viaje exclusivo desde otro destino.
Considerando la tendencia global hacia el turismo inclusivo y el aumento de personas que viajan con animales de compañía —incluidos animales de apoyo emocional—, sería deseable que Vitoria-Gasteiz avance en la actualización de su normativa y facilite el acceso responsable de mascotas a más espacios, especialmente a sitios de interés turístico y cultural. Esto no solo haría la ciudad más acogedora para visitantes, sino que reforzaría su imagen de urbe moderna y sostenible.
Patrimonio y cultura: obras, murales y poco más
La catedral de Santa María, uno de los principales atractivos, está en obras. Los murales urbanos son bonitos, pero, sinceramente, no lo suficientemente impactantes como para convertirlos en un reclamo turístico principal. Más allá de dos o tres puntos interesantes por su escultura o fachada, la oferta cultural y patrimonial me resultó limitada.
Áreas verdes descuidadas
La reciente huelga de jardineros ha dejado huella: las zonas verdes, que son el emblema de la ciudad y su principal argumento de marketing turístico, estaban descuidadas y sucias. Esto contradice el mensaje de ciudad verde y sostenible que Vitoria-Gasteiz intenta proyectar.
Reflexión y sugerencia final
Vitoria-Gasteiz tiene potencial y una imagen internacional bien construida, pero mi experiencia no estuvo a la altura de esa reputación. Como visitante y profesional del ámbito ambiental, sugiero que la ciudad refuerce su compromiso real con la sostenibilidad, la limpieza, la accesibilidad y la inclusión, no solo como eslogan, sino como una realidad cotidiana.
Además, animo a las autoridades y gestores turísticos a avanzar en la apertura de espacios de interés para animales de compañía y, especialmente, para animales de apoyo emocional, siguiendo el ejemplo de otras ciudades europeas. Así, Vitoria-Gasteiz podría convertirse en un referente no solo en sostenibilidad ambiental, sino también en turismo inclusivo y responsable.
Ojalá en el futuro Vitoria-Gasteiz logre estar a la altura de su fama y se convierta en un verdadero ejemplo de calidad de vida y turismo sostenible, tanto para sus habitantes como para quienes la visitamos.
Vitoria-Gasteiz: ¿Ciudad Verde? Una mirada crítica desde la experiencia ambiental y turística
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