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Gestion de residuos en Pamplona y Tudela: avances y retos

Sandra Mendoza

junio 2025


Resumen

La gestión de residuos en Pamplona ha evolucionado significativamente en las últimas décadas, pasando de un modelo basado en el vertido a un sistema avanzado de recogida selectiva y valorización. Este artículo analiza dicha evolución, identifica las principales oportunidades de mejora, recoge la percepción de la ciudadanía y compara la situación de Pamplona con la de Tudela, la segunda ciudad más poblada de Navarra, para ofrecer una visión integral de los retos regionales hacia una gestión plenamente circular y sostenible.


Evolución histórica del sistema en Pamplona

Hasta finales del siglo XX, la gestión de residuos en Pamplona se centraba en el vertido en instalaciones como Arguiñáriz y Góngora, con escasa separación en origen y baja valorización de materiales. La recogida selectiva comenzó a introducirse en los años 80, con experiencias piloto de separación de papel y vidrio, y la posterior implantación de la contenerización y la recogida organizada a nivel comarcal.

Actualmente, Pamplona dispone de un sistema de recogida selectiva en cinco fracciones (orgánica, papel-cartón, vidrio, envases ligeros y resto), recogida neumática en algunos barrios, contenedores inteligentes y experiencias piloto de compostaje doméstico y comunitario. La tasa de recogida separada supera el 53%, situando a Pamplona por encima de la media estatal, aunque aún lejos de los objetivos europeos de reducción de vertido y reciclaje de biorresiduos.

Comparación: Pamplona y Tudela

Tudela, la segunda ciudad más poblada de Navarra, ha avanzado en la recogida selectiva, pero parte de una situación más rezagada respecto a Pamplona. La planta de tratamiento de El Culebrete presenta limitaciones técnicas y menores tasas de valorización y reciclaje. Además, Tudela enfrenta desafíos logísticos específicos en su casco antiguo y está en proceso de renovar su contrato de recogida y tratamiento para adaptarse a las nuevas exigencias normativas y mejorar sus infraestructuras.

Mientras Pamplona ha consolidado la recogida selectiva y la innovación tecnológica, Tudela se encuentra en una fase de modernización, con inversiones previstas para la mejora de la recogida de voluminosos, materia orgánica y la implantación de sistemas de clasificación más eficientes. Esta diferencia evidencia la necesidad de adaptar estrategias y recursos a las realidades de cada municipio navarro para avanzar de manera homogénea hacia los objetivos de economía circular.


Oportunidades de mejora

A pesar de los avances, persisten retos importantes para consolidar un modelo plenamente circular:

  • Incrementar la recogida de biorresiduos: La recogida selectiva de materia orgánica sigue siendo el punto débil del sistema. Aunque se han implantado contenedores inteligentes y experiencias de compostaje, el porcentaje de recogida de biorresiduos está lejos del objetivo del 70% marcado para 2027.

  • Reducir el vertido de residuos: El porcentaje de residuos destinados a vertedero sigue siendo elevado, superando el 35% recomendado por la UE. La puesta en marcha del nuevo Centro Ambiental de Imarcoain será clave para reducir esta cifra y mejorar el tratamiento de la fracción resto.

  • Mejorar la eficiencia en la gestión de envases: Existen plantas de envases ligeros que trabajan por debajo de su capacidad debido a la falta de recogida selectiva suficiente, lo que indica margen de mejora en la separación en origen y la concienciación ciudadana.

  • Innovación en sistemas de recogida: La extensión de la recogida puerta a puerta en zonas de baja densidad y el pago por generación pueden incentivar la reducción y correcta separación de residuos, adaptando los sistemas a las características de cada barrio o municipio.

  • Educación y sensibilización continuada: Mantener campañas de información y formación es esencial para consolidar hábitos de separación y reciclaje, especialmente en materia orgánica y en la reducción del residuo generado.


Opinión de la ciudadanía

Pamplona se sitúa entre las ciudades españolas con mayor nivel de satisfacción ciudadana respecto a la gestión de residuos. Según encuestas recientes, los ciudadanos valoran especialmente la recogida de vidrio (71%), papel (67%) y envases (66%), mientras que la recogida de materia orgánica es percibida como el aspecto más mejorable.

La ciudadanía muestra una alta sensibilización ambiental y responde positivamente a los nuevos sistemas, aunque reconoce cierta incomodidad inicial ante los cambios, como la implantación de contenedores inteligentes o la obligación de separar la materia orgánica. La flexibilidad de los nuevos sistemas y la perspectiva de una tasa por participación que premie la reducción son bien recibidas, aunque requieren un cambio de mentalidad tanto en productores como en consumidores.

En Tudela, la percepción ciudadana es más crítica, especialmente en el casco antiguo, donde las condiciones logísticas dificultan la recogida eficiente. Sin embargo, las inversiones previstas y la modernización de los servicios generan expectativas positivas de mejora entre los vecinos.


Conclusiones

Pamplona ha evolucionado desde un modelo basado en el vertido hacia un sistema avanzado de recogida selectiva y tratamiento, situándose como referente estatal. Sin embargo, la reducción del vertido y el incremento de la valorización de biorresiduos siguen siendo retos prioritarios. La comparación con Tudela evidencia la necesidad de adaptar infraestructuras, innovar en sistemas de recogida y reforzar la participación ciudadana para avanzar hacia una gestión de residuos plenamente sostenible y circular en toda Navarra.

Gestión de residuos en Pamplona y Tudela: avances y retos

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